viernes, 15 de abril de 2016

MORALEJA DE LAS PANADERAS

 La localidad vallisoletana de Moraleja de las Panaderas se encuentra a medio camino entre Medina del Campo y Olmedo,
 asentado entre perfectos paisajes castellanos como la Campiña Sur del Duero
 y Tierra de Pinares.
 Desde su pequeño Campo Santo
 nos introducimos entre ruinas y restos de adobe
 alcanzando una pequeña plazoleta adornada por un antigüo pilón y lavadero.
 Seguimos los bellos arcos en los que un día fueron preciosas entradas a diferentes viviendas
 y donde las ventanas miran a un paisaje con tintes de decadencia y desolación.
 Junto a la Plaza Mayor, un crucero nos empieza a despertar
 la maravillosa admiración de su Iglesia Parroquial en honor a San Boal.
 Se mantiene en pie su torre de ladrillo
 y se ha recuperado la cruz de piedra perteneciente a la ermita de Santa Ana.
 Tras el derrumbamiento de su nave y techumbre, a comienzos del siglo XXI,
 se decidió consolidar las ruinas
 para conseguir que su aspecto, deplorable y peligroso, cambiara 
 a unas vistas mucho mas alegres y seguras.
 Retozamos entre su bella arquería
 y su intrépida estampa
 en cuyo campanario subsiste una campana por voluntad de los moradores del pueblo.
 Recorremos algunas calles
 y sus viejas casonas.
 Abandonamos este pequeño enclave vallisoletano
 entre el polvo del camino,
 terminando este bonito paseo envuelto entre nubes
 y la espectacular alfombra primaveral que rodea 
 los charco y lavajos del municipio de Moraleja de las Panaderas.

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