jueves, 31 de agosto de 2017

VILLAESPER

 Tierra de Campos en la provincia de Valladolid,
 llana, árida, cerealista. Pequeños tintes de color
 nos aproximan a unas tierras y al empeño de su veintena de habitantes
 de mantener un pequeño pueblo en pie. Hablamos de Villaesper, un núcleo de población perteneciente a Villabrágima.
 Universo de adobe
 sumergido en la despoblación
 y el ostracismo de la Administración vallisoletana y de la Junta de Castilla y León.
 Aun así, este pequeño pueblo nos deja hermosas estampas
 y bellas panorámicas.
 Desde la cercanía disfrutamos de las fantásticas ruinas de su iglesia
 de Santa María,
un templo conocido en sus buenos tiempos
como La Perla de Castilla,
convertida en la actualidad
en una muestra de la desolación y la decadencia de algunos de nuestros pueblos castellanos.
La excelente y noble cantería
se deja ver por todo el edificio
entrando en las ruinas
de su interior
para descubrir 
la insolvencia,
el desastre
y la miseria en la que se ha convertido el lugar.
Un desprecio que queda evidente
a lo largo
y ancho del la iglesia.
Salimos al exterior
para fijar nuestra mirada en el pueblo,
abandonando con pena un pasado que fue prometedor.
Enormes casonas de adobe
se levantan por sus calles,
casi todas de dos plantas
y muchas de ellas con fachadas de ladrillo.
La carretera nos guía 
por alguna casa noble
con su imponente escudo, reflejo del linaje de la familia.
En la pequeña iglesia de ladrillo
sus pocos habitantes ofrecen culto a sus patrones.
Terminamos nuestro paseo
inmersos en la llanura cerealista,
parándonos a contemplar la inmensidad de estos hermosos territorios.
Mas fotos en: VILLAESPER 

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