Pequeños oteros en la lejanía,
tierras de labor que se mezclan en una hermosa transición entre la llanura cerealista y
las masas de pino resinero,
marcan la economía y la cultura local
donde comienza
este maravilloso patrimonio ambiental
que conforman la Senda del Piñón y la Resina
en el municipio vallisoletano de La Zarza.
Su edificio mas característico es la Iglesia Parroquial de San Silvestre, de ladrillo, del siglo XVII y realizada en estilo barroco.
Destaca su esbelta torre
en contraposición a su sencilla fachada este.
Un ejército de cigüeñas blancas
colonizan la mayoría de su tejado.
En su Plaza Mayor
podemos admirar una curiosa escultura,
una preciosa zona ajardinada
y el edificio del Ayuntamiento.
Además podemos disfrutar de preciosas pinturas que decoran y engalanan
varios muros del entorno de la plaza
con motivos de "la recolección" que se realizaban durante los veranos, hace ya mucho tiempo.
Paseamos entre sus recias casas
y entre los versos que se erigen
entre pequeños monumentos.
La Calle Real
se asoma al antigüo depósito de agua
con sus fachadas encaladas
y con nuevas muestras y representaciones de pintura local.
Terminamos este tranquilo paseo entre preciosos colores
y bellos matices
regados con la frescura de grandes "pivots"
mientras nos alejamos despacio y tranquilos por la carretera local.
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