A principios del mes de agosto, paseamos con nuestra BTT entre los hermosos tonos de ocres de diferentes fincas de labranza, alternando entre girasoles
y cruzando el estéril cauce del Arroyo de Prado de la Nava.
Antes de alcanzar el municipio vallisoletano de Fresno el Viejo nos sumergimos también, entre las vides
que muestran alegremente estupendos racimos de uvas
rodeados de amarillos campos cerealistas.
Fresno el Viejo está situado a 73 kms de la capital vallisoletana en el extremo suroccidental de la provincia y su nombre proviene de la cantidad de fresnos que había en las riberas del río Trabancos que cruza el municipio.
La joya del pueblo es su iglesia mudéjar de San Juan Bautista
declarada Monumento Nacional y edificada entre los siglos XII y XIII.
Destacan sus tres ábsides semicirculares
y la torre cuadrada situada en su cabecera.
Recorremos su fachada norte
descubriendo una bella portada
para seguidamente fijarnos en su fachada oeste
con preciosos y adustos arcos de su puerta.
Damos una vuelta entre sus calles
llegando hasta la Plaza Mayor
destacando un gran caserón con escudo sobre la balconada
y el edificio del Ayuntamiento.
La Cámara Agraria de la localidad se encuentra en
la Plaza de Miguel Delibes
y muy cerca se encuentra la Casa de Cultura "Saturnino González".
Paseamos por sus calles,
la mayoría en planta baja,
topándonos con cuidadas y rematadas "traseras".
La iglesia sigue asomándose a nuestras pedaladas
mientras el sol se cuela sobre su espadaña.
Salimos hasta las eras cercanas, donde podemos observar algún que otro remolque rebosante de cereal
entre pequeñas "cinas" de paja y el cercano palomar.
El cauce seco del río Trabancos
nos transporta por sus desnuda aridez
hasta las inmediaciones
de una pequeña finca "acastillada"
junto a la Ermita del pueblo.
A la salida del municipio hacia la localidad vecina de Carpio, encontramos el Monumento a los Quintos
para después cruzar la línea de ferrocarril
obteniendo un bonito perfil de Fresno el Viejo.
Unicamente nos queda visitar la zona de bodegas
encontrando bellas ruinas
conformadas por preciosos arcos de ladrillo
y viejas portadas de entrada.
Entre sus hermosos y desgastados muros
nos despedimos de esta hermosa población asentada en la basta llanura de la provincia vallisoletana.
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