Con paisajes mas propios de la isla canaria de Lanzarote nos vamos acercando al municipio vallisoletano de Carpio, dentro de la comarca de Tierra de Medina.
Un lugar de paso entre Salamanca y la Villa de Ferias, Medina del Campo, donde la economía local floreció en torno a tabernas y ventas durante la época medieval.
Entramos por su calle principal
con zona ajardinada en la mediana central
donde descubrimos este pequeño homenaje a los mayores de la localidad.
La Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol es su edificio principal
con hermosa portada del siglo XVI.
En su interior se guardan los sepulcros de la familia Vázquez de Arce, señores de la villa.
La antigüa báscula en sus alrededores, forma una curiosa estampa
frente al hermoso edificio
donde se guarda la imagen de la Virgen de la Consolación, Patrona de la villa.
Recorremos sus calles
y sus plazas
ascendiendo entre su entramado urbanístico
para llegar hasta el Torrejón,
donde se distribuyen la mayoría de las bodegas
del municipio.
Rodeamos toda la muela
y su zona acastillada
entre el laberinto de calles
y casas.
Por fin alcanzamos
su Torreón que sirvió de punto defensivo y que perteneció al Reino de León.
Un maravilloso mirador
de la llanura cerealista que se despliega a sus pies
y culminado por su vértice geodésico.
Nos reconfortamos con bellas fotografías
en lo mas alto del pueblo
para seguir descendiendo entre la infinidad de bodegas
y la nominación
de sus calles.
Abandonamos la ilustre villa entre el amasijo de pivots
y los hermosos colores de los girasoles
que brillan
entre las tonalidades de las demás plantas
con esa luz especial que el verano firma en estas hermosas llanuras cerealistas.
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