martes, 2 de agosto de 2016

SAN PEDRO DE LATARCE

La primavera luce entre grandes destellos de calidad,
con hermosos cielos
que sobrevuelan sobre un auténtico mar de flores
en los confines provinciales de Zamora y Valladolid.
Todo esto gira alrededor de la frescura de los "pivots" que refrescan los campos de cereal
entre la mezcla de ocres y verdes
cuando alcanzamos la localidad vallisoletana de San Pedro de Latarce.
Poco a poco nos introducimos entre el adobe
y la madera de sus viejas construcciones
para alcanzar sus calles mas centricas
donde está situado el Ayuntamiento,
con su balcón, reloj y campana para recordar a sus habitantes el paso del tiempo.
Del abundante ladrillo de la Casa Consistorial
pasamos por antigüas casonas,
parques
y fuentes que nos acercan hasta 
la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Concepción de los siglos XVI y XVII con estilo barroco y neoclásico,
con el habitual homenaje a los Caídos por España,
un edificio encerrado practicamente por las construcciones anexas, 
sobresaliendo su espadaña y sus magníficas moradoras.
Piedra y barro se siguen cruzando a nuestros pasos
con enormes y colosales casas solariegas
que nos conducen hasta la historia para invitarnos a admirar una de sus construcciones mas longevas y antigüas del municipio
como es su Castillo y Palacio, reforzado en el año 1300 por orden de la reina María de Molina con una torre situada delante de la puerta unida a la muralla por dos arcos.
Entramos en este castillo fronterizo a un recinto oval que pudo tener casas de vecinos en su interior
y en el siglo XVI se construyó un palacio la familia Bazán.
Tras recorrer su interior
empezamos a recorrer su perímetro
con bellas paredes de barro y cantos rodados
que emergen hacia el cielo.
Una preciosa muralla
que avanza de forma poligonal
por los cuatro puntos cardinales
vigilados por esta preciosa inquilina.
Seguimos el paseo alrededor de ella
pegados a la sombra de sus mas de siete metros en alguno de sus tramos,
siempre vigilados y sin quitarnos "ojo".
Terminamos la vuelta junto a el "mayo" de los quintos del pueblo
finalizando en la parte mas deteriorada del recinto.
Al lado podemos observar, entre fabulosos pilares de piedra,
una vieja construcción de ladrillo
y una pequeña laguna
sobre el puente de cinco ojos que salva las aguas
del río Sequillo.
Visitamos sus calles donde se entremezclan lo nuevo
y lo viejo
entre el adobe, la madera y las tejas.
Estrechas calles que nos van obligando a finalizar,
entre el mar de adobes
y viejos edificios,
este hermoso y colorido paseo por el pequeño y espléndido municipio de San Pedro de Latarce.
Abandonamos el pueblo por un estupendo paisaje
entre los frescos "maraños" de paja
en dirección a una nueva aventura.

1 comentario:

  1. El Pueblo de mis padres y de mi familia, las dos ramas de mis antepasados, tanto de mi madre como de mi padre eran de San Pedro de Latarce. Cuando fui a visitarla en 1989, todavía tenía parientes allí y me mostraron la casa de mi familia. Fue muy lindo poder reconocer mis raices.

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