Sobre el río Tormes se sitúa el municipio abulense de El Barco de Ávila, puerta de Gredos y cabeza natural de la comarca formada por los Valles del Tormes y del Aravalle.
El Castillo de Valdecorneja es su edificio mas emblemático
construido sobre un castro vetón, fue edificado en el siglo XII y reconstruido en el XIV.
A la derecha de la puerta se erige la torre del homenaje, cuadrada
desde la cual se accede a las almenas y torreones.
La puerta principal es de arco gótico con grandes dovelas
para entrar en su interior hacia el patio de armas
desde donde somos oteados por varias cigüeñas
sobre las columnas románicas adornadas con una bellísima crestería.
Recorremos su interesante perímetro hasta alcanzar
la fachada que da al río Tormes, donde existe una pequeña puerta de escape por las lomas que descienden al río,
pudiendo avistar el Puente Románico
y el de nueva construcción que da acceso a la villa.
Nos trasladamos hasta el edificio de La Cárcel en la Calle Mayor, actualmente Biblioteca Municipal.
Alcanzamos la Plaza España
encontrando la Casa del Reloj, antigüa Casa Consistorial derribada y alzada de nuevo con trazas castellanas donde se colocó el Reloj de la Villa y la torre metálica que sostiene su campana.
Algún edificio notable mas hasta llegar
hasta el Ayuntamiento.
y bajo los soportales de la plaza vemos una magnífica presentación de los productos de la tierra.
Seguimos caminando hasta toparnos, en plena Plaza de las Acacias, con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción con un precioso ábside coronado por una pequeña espadaña con campana del "reloj suelto"
y el gran cubo de la torre y portada con arco apuntado rodeado de dos contrafuertes bajo una bella cornisa de modillones.
Al lado la Ermita de San Pedro del Barco construida en 1663.
Entre sus calles
y viviendas desembocamos
sobre los vestigios de la Puerta del Puente,
asomándonos a su espectacular Puente Románico con todos los caracteres de la arquitectura romana con anchas pilas de sillares, almohadillados, machones, estribos y ocho arcos, todos distintos.
En la mitad del puente miramos hacia el sur,
hacia el este,
hacia el oeste
y hacia el norte, descubriendo la Ermita del Santísimo Cristo del Caño con una fresca fuente de tres caños
y un precioso
interior.
No dejeís de andar y andar por estos preciosos rincones en la que la desnudez de sus aguas os invitarán a mirar
y quizá a subir a la montaña ya que El Barco es la puerta grande de Gredos.
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