Por una gran llanura cerealista, encima del Regato del Valle Arcón
y entre las evidencias de antigüas edificaciones de adobe, llegamos a la localidad vallisoletana de Castrejón de Trabancos, ubicada a 63 kms de la capital.
Viejos aperos de labranza se van olvidando en las eras aledañas,
al mismo tiempo que cruzamos el deshidratado cauce del río Trabancos que da el apellido a la población.
Vetustos corrales
nos dan entrada por las diferentes calles de Castrejón
en las que encontramos, en su mayoría, viviendas de dos alturas con fachadas de ladrillo.
También aparece alguna antigüa casa de nobles con espectacular forja
y su escudo encaramado en lo mas alto de la fachada.
Subimos a la parte mas alta del pueblo para llegar hasta las ruinas de la iglesia de Santa María del Castillo, conocida como "la Torre Vieja",
quedando tan solo, los restos de su espadaña de ladrillo.
Pequeños y acogedores rincones
desde donde oteamos la segunda espadaña
perteneciente a su Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, con la pequeña curiosidad de su anexo frontón para la práctica de la pelota.
Esta construcción es del siglo XVIII en estilo barroco y toda ella de ladrillo
con una bella y hermosa portada.
Abordamos su Plaza Mayor con el "mayo" de los quintos del pueblo
y donde permanece su Ayuntamiento.
Trabajadas veletas sobre sus tejados
dominan la vega del río Trabancos
y entre sus compuertas descubrimos
arcaicos remolques y carros,
así como, un gran abrevadero donde tradicionalmente bebían los rebaños de ovejas.
El cielo se va transformando sobre las doradas cebadas
dejando atrás este bello caserío
sobre las vegas del Arcón y del Trabancos.
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