miércoles, 21 de mayo de 2014

FUENTIDUEÑA

 Fuentidueña es un hermoso municipio de la provincia de Segovia amurallado por sus vertientes norte, sur y oeste, mientras su ladera este se soma al río Duratón.
 Antes de entrar en su casco histórico nos saluda un esbelto crucero sobre una escalinata de piedras.
 Accedemos, entre un lío de cables y piedra,
 a la Puerta del Palacio que se abre hacia el norte, estando fechada en los siglos XII y XIII, recibiendo su nombre del Palacio de los Condes de Montijo que construyeron al lado.
 Una pequeña plaza acoge la Capilla del Palacio de los Condes de Montijo, de estilo barroca y coronada por el escudo de los Montijo.
Edificada entre 1717 y 1720, también es denominada Capilla de la Virgen del Pilar o Las Lástimas.
 Por sus calles llegamos a la plaza principal del pueblo donde dos ventanas de la muralla almenada
 nos dejan magníficas vistas de los alrededores.
 El reformado Ayuntamiento fue un viejo palacio habitado por los miembros de la familia "Lara", allá en la época de Doña Urraca.
 Mas abajo encontramos la Puerta de la Calzada que se compone de un arco de medio punto de los siglos XII y XIII
 y desde donde se despliega parte de la muralla.
 Aparecen bellos y destartalados rincones
 surgiendo en algunas fachadas hermosos
 e interesantes escudos.
 En la parte alta emergen infinidad de bodegas escavadas en roca en el siglo XIX
 manteniendo hasta nuestros días su uso original, además de lugar de reuniones y meriendas.
 A su altura encontramos la joya mas preciada del pueblo: la Iglesia de San Miguel.
 Unas escaleras ascienden
 hasta el crucero
 de esta iglesia románica del siglo XII y su pórtico norte propio del románico segoviano.
 La decoración escultórica presenta un innumerable cúmulo de canecillos que rodean los aleros de la iglesia
 recogiendo temas variados de escenas religiosas, eróticas y oficios que representan la vida cotidiana del momento.
 Un espectacular ábside
 con máscaras diabólicas, arcos, capiteles,
 decoraciones vegetales y geométricas
 y animales fantásticos.
 Tras rodear el robusto edificio
 llegamos a su fachada oeste donde se sitúa la Puerta de los Perdones
 con hermosas cenefas 
 y preciosas columnas y capiteles.
 En pocos pasos llegamos a las ruinas del Hospital de la Magdalena, un edificio renacentista
 de 1540 para admitir a los pobres de la villa y de su alfoz.
 La Muralla de Fuentidueña es una construcción militar
 desarrollada entre los siglos XII y XIII que consta de tres paños de muro en los lados 
 norte, sur y oeste de la villa,  constituyendo un hermoso perfil
 sobre el altozano.
 Mirando al sur y sobre los cereales destaca la tercera de sus puertas: Puerta de Alfonso VIII.
 La Iglesia de San Martín, en ruinas, se construyó en dos etapas: la primera en el siglo X y la segunda en el XII y su interior sirve de cementerio a los habitantes de Fuentidueña.
 A su alrededor podemos observar la Necrópolis de San Martín, donde se depositaban los difuntos amortajados para cubrirlos después con una losa plana que cubría la tumba.
 Contrafuertes cuadrangulares y almenados revisten las dos partes 
 de la Puerta de Alfonso VIII
 de magnífica estampa.
 Bajamos hasta la Iglesia de Santa María del Arrabal de estilo románica, modificada en el siglo XVI
 con hermosa torre junto a su cabecera.
 A un kilómetro hacia el norte chocamos con el Convento de San Francisco
 cuya construcción se remonta al siglo XIII
 y donde podemos disfrutar de los escasos y maravillosos restos que quedan.
 Por último paseamos por el hermoso Puente de Piedra compuesto por seis arcos de medio punto reforzados por cinco tajamares
 por los que transcurren las frescas aguas del río Duratón.
 La villa de Don Álvaro de Luna Manrique, con infinidad de manantiales, buen vino y cordero, asomada al Duratón, esto es Fuentidueña.

1 comentario:

  1. Impresionante post. Muchas gracias por todas tus fotografías y explicaciones. Si no te importa, lo compartiremos en la página de Facebook de la villa de Fuentidueña, con tu permiso. ¡Un saludo! ¡Sed siempre bienvenidos!

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