PASEO DEL MOLINAR, TOBERA

El paseo por el borde del río Molinar en el municipio burgalés de Tobera, nos sorprende por su belleza y por las vistas que atesora en su recorrido.

Desde lo mas alto de los Montes Obarenes, penetramos por el valle que nos introduce

en un precioso desfiladero de rocas y vegetación hasta alcanzar 

el recóndito lugar donde se haya enclavada la Ermita de Santa María de la Hoz en el municipio de Tobera.

Al cobijo de la verticalidad de las rocas encontramos

este pequeño rincón casi de fantasía, en una estampa de indudable belleza.

Por su puente

accedemos al encuentro del altar de caminantes del Santo Cristo de los Remedios, un pequeño santuario del XII protegido por una reja metálica.

La Ermita de Santa María de la Hoz data del siglo XIII sobre los restos de un templo anterior. De estilo románico con arquivoltas ojivales 

está decorada con diez figuras esculpidas

en contraste con hermosos capiteles donde brillan grandes motivos vegetales

y figuras sobre el arco soportalado.

Desde el soportal obtenemos buenas vistas del inicio de nuestro recorrido

y de las cimas culminantes del pequeño cañón de la Hoz de Tobera.

Abandonamos esta pequeña maravilla para coger la margen por donde arranca

la senda que desciende siguiendo el curso del río Molinar hasta Tobera.

Este primer tramo camina lentamente al lado de los pequeños y numerosos saltos de agua

por escaleras de piedra donde podemos casi tocar el líquido elemento.

Llegando al puente de madera,

desde donde se observa el pequeño municipio,

el agua se precipita bruscamente

creando un espectáculo asombroso

en un bello y agradable paseo entre la agreste vegetación

con el sonido del agua como compañero de aventura.

En el mirador metálico contemplamos desde las alturas, los molinos y batanes que abastecieron de harina y papel a las industrias de Burgos.

También alcanzamos la iglesia de Tobera

y la Sierra de Aracena con algunas nieves 

en el Parque Natural de Valderejo.

El Molinar cada vez mas salvaje 

se encajona

justo en la mitad de Tobera

por donde cruzamos un nuevo puente de piedra

que nos deja en un hermoso rincón resguardado.

La belleza es infinita al presenciar el descomunal y vigoroso salto de agua

inundando de frescura y atrevimiento

este magnífico episodio del río molinar.

Descendemos un nuevo desnivel, por molinos

y fuentes

cruzando antigüos edificios

y pequeños majuelos

que nos llevarán a la zona mas baja de Tobera.

Una vez observado el lento caminar de las aguas en este sector,

cruzamos su curso por unas piedras

para acceder al mas portentoso y asombroso lugar que dibuja la trayectoria de sus aguas,

creando un hermoso escenario.

La jugada resultante es de inmensa belleza

inventando una cavidad rocosa por donde se precipita un inmenso chorro de agua invadido por la vegetación.

Por un pasillo interior recorremos toda la marmita rocosa descubriendo bellas 

y refrescantes imágenes

al mismo tiempo que se desplega un telón arbustivo, dando por finalizada esta estupenda obra de arte que el Molinar ha esculpido sobre las calizas de la Hoz de Tobera.

La ruta se complementa por el paseo de sus calles

hacia las afueras 

y llegar hasta su iglesia parroquial.

Tobera luce en este día soleado, cuando emprendemos la vuelta

por sus casas de piedra

y alegres colores

que nos devuelven al mítico puente de piedra

en el prodigioso recoveco de la Ermita de Santa María de la Hoz.

Saludos a tod@s caminantes virtuales.