SAN JUAN DE GAZTELUGATXE
La naturaleza y la vida al aire libre forman un hermoso binomio en esta zona de Vizcaya.
Antes de llegar a la Ermita de San Juan de Gaztelugatxe, por la carretera que une las localidades de Bakio y Bermeo, nos encontramos con la Ermita de San Pelayo,
construida en el siglo XII en la alta Edad Media y donde su valor reside en ser una de las escasas ermitas románicas de Vizcaya.
Su fundación tiene que ver con el cambio de funcionalidad de San Juan de Gaztelugatxe, dada la necesidad de espacio y su mala accesibilidad.
Llegar a San Juan de Gaztelugatxe es realmente hermoso,
cuando lo ves no te deja indiferente.
Es uno de los enclaves mas singulares de la Costa Vasca
y su vista es fascinante.
Su bello perfil se aprecia solemne desde lo alto de los montes costeros que lo rodean
deparándonos imágenes que se clavan
en nuestra retina.
En la profundidad del Mar Cantábrico podemos observar una plataforma de extracción de gas.
Al lado vemos también la Isla de Akatxa,
un paraíso frecuentado por buceadores, ya que sus aguas albergan bastante vida marina.
La ermita está construida sobre dos pilares de roca que asemejan a dos puentes
sobre el islote en medio del Cantábrico y al que se accede por medio de 237 escalones.
La ermita data del siglo X, construida sobre una fortificación que pudo ser de origen templario y está llena de ofrendas de los marinos que se han salvado de algún naufragio.
Las vistas de toda la costa
donde se levanta
este mágico promontorio
entre los espectaculares acantilados
son bellos, hermosos y fascinantes.
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