miércoles, 13 de julio de 2016

PIMIANGO - SAN EMETERIO - MONASTERIO DE TINA

 El paseo comienza en Pimiango bajo los arcos de "El Palacio", de mampostería vista, robustos contrafuertes y que las fuentes lo sitúan allá por el siglo XIII.
Atravesamos la Iglesia Parroquial
 saliendo hacia el norte en busca del Mirador del Picu
que nos deja preciosas tomas aéreas del Faro de San Emeterio
entre la inmensidad del Cantábrico.
 Por carretera bajamos hasta la Cueva del Pindal,
declarada Patrimonio de la Humanidad desde 2008
pudiendo disfrutar de un precioso acantilado desde sus puertas.
Justo al lado y entre la belleza 
de algunas flores del entorno
 llegamos hasta la Ermita de San Emeterio,
un bello lugar
con su fresca fuente entre infinidad de hierbas
y una despejada capilla frente a la ermita.
Espectacular construcción
de arquitectura rural religiosa con bello pórtico
y preciosa espadaña
que luce en lo mas alto
del bonito conjunto.
Desde la ermita parte una magnífica senda entre acantilados
y un bosque de cuento, casi mágico, 
que nos alza hasta el  Monasterio Santa María de Tina,
una majestuosa y sugestiva ruina 
rodeada de maleza.
Vetustas piedras del siglo XIII nos invitan a entrar en el recinto bajo su arco apuntado
hacia una cabecera formada por tres ábsides semicirculares,
el central mas ancho que los laterales
con bóveda de cañón.
Entre la belleza destaca la ausencia de decoración,
característica que la identifica con la arquitectura cisterciense.
A la salida podemos ver un viejo horno entre la abundancia de helechos.
El regreso entre maravillosos prados,
enormes acantilados
con vistas a un Cantábrico que quiere mostrar su mejor aspecto entre la niebla.
29 DE JUNIO DE 2016

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