sábado, 18 de octubre de 2014

PEÑÍSCOLA

 Peñíscola, conocida como la Ciudad del Mar es un municipio situado en la provincia de Castellón de la Plana.
 Un prodigioso entorno medieval de potentes murallas
 nos introduce, a través de sus puertas,
 hacia el interior del recinto, encontrando una preciosa fuente
 frente al Ayuntamiento.
 Recorriendo sus hermosas calles
 admiramos sus playas
 y el puerto.
 Gruesas murallas
 nos conducen hasta la Iglesia Parroquial, junto al antigüo palacio del Ayuntamiento, levantada en 1234 sobre los restos de una vieja mezquita árabe.
 Paseamos entre grandes escudos
 por donde pasaron multitud de nobles
 descubriendo rincones de insólita belleza.
 Alcanzamos el Bufador, una erosión natural de la roca en el que las aguas del Mediterráneo entran y salen, provocando desgarradores bufidos en los días de temporal.
 Caminamos por el lado marinero de Peñíscola con espectaculares vistas
 entre garitas de vigilancia
 y cañones en la zona del Museo del Mar, que conserva y difunde el patrimonio cultural y marinero de Peñíscola.
 Nos asomamos por una arquitectura de ensueño
 por sus bulliciosas y mercaderas calles
 llegando hasta el edificio del Faro
 En lo mas alto de la península que forma Peñíscola, encontramos el Castillo del Papa Luna.
 Construido por los Templarios, se conforma en un edificio de gran sobriedad y solidez
 utilizado por el Papa Benedicto XIII
 y en las que el rey Felipe II, le daría una imagen de artillada fortaleza.
 Junto al castillo se adosa la Iglesia de Nuestra Señora de la Ermitana
 con una inmejorable fábrica de sillería con preciosos adornos, escudos y molduras.
 Desde su portada penetramos
 en el magnífico santuario
 para admirar a la patrona de Peñíscola.
 Ya fuera, en la Plaza de Armas, distinguimos bellos detalles,
 escalinatas de piedra
 que forman un magistral conjunto.
 Nos volvemos a internar por sus estrechas calles
 descubriendo viejos rincones
 alrededor de la iglesia.
 Encontramos rústicas jardineras,
 balcones elegantes
 y fachadas decoradas con multitud de plantas que emanan frescos colores.
 Pormenorizadas identificaciones de las diferentes calles
 nos sumergen en pequeños bares y restaurantes,
 atravesando un sinfín de viviendas ataviadas y engalanadas
 con bellos ornamentos
 bajo el que descansan las personas del lugar.
 Cada calle es denominada con mucho arte
 cruzando arcos
 entre la infinidad de muros y piedras.
 Un maravilloso balcón que se asoma entre las murallas
 y entre eternos versos,
 de estos muros ancestrales
 que con el sol de poniente
 brilla con firmeza
 sobre el sosegado mediterráneo
 de un delicado atardecer de verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario