MEDINA DEL CAMPO

A caballo entre tierras de secano y de regadío, Medina del Campo está situada a 53 kms al sur de Valladolid cuyos orígenes se remontan a la época prerrománica, siendo la Edad Media cuando tuvo su auge principal con sus afamadas ferias y mercados de renombre internacional.
Comenzamos nuestra andadura en la antigüa sede de las "Edades del Hombre", la Iglesia de Santiago el Real, una de las mas antigúas de Medina ya mencionada por el siglo XII.

Nos topamos con el Convento de las Carmelitas Descalzas, con una fachada muy austera y fundado en el siglo XVI.

Justo al lado el Convento de Santa María de la Magdalena, un importante edificio civil renacentista también del siglo XVI.

El paseo avanza encontrando la Casa del Conde de Adanero, de grandes dimensiones y dos portadas de entrada, adintelada y de medio punto con balcones de rejería del siglo XVIII.

La Iglesia de la Inmaculada Concepción y Convento de Padres Carmelitas del XVII en estilo barroco con influencias herrerianas.

Cruzamos por el hermoso edificio de la Biblioteca Municipal Gerardo Moraleja

y nos situamos sobre la Casa del Mayorazgo de los Montalvo de mediados del siglo XVI, presidida su puerta por un magnífico escudo.

Frente por frente el Palacio de los Quintanilla, de alargada fachada con una portada en piedra enmarcada por un alfiz con el escudo de los fundadores.

El Museo de las Ferias que guarda y cuida el patrimonio de las ferias realizadas desde los comienzos de la historia de Medina del Campo, donde se exhiben los oficios, ocupaciones, historias y personajes que hacían las ferias.

Atravesamos el remozado Palacio de los Condes de Bornos con su portada escoltada por los escudos de armas y linaje de Torre y Eguiluz.

Ladrillos, espadañas y cigueñas

hasta llegar al Coso taurino con el Monumento a los Cortes.

Por su larga avenida llegamos hasta el Hospital de Simón Ruiz Envito, importante mercader del siglo XVI y XVII.

Un colosal edificio de ladrillo en estilo herreriano

en torno a un patio con iglesia de estilo jesuítico.

Avistamos viejas casas pero de enorme belleza sujetas por pilares de madera

entre lo antigüo y lo moderno

y que bajo sus soportales nos conducen

a las traseras instalaciones y edificios del Ayuntamiento.

Al lado de la Casa de los Arcos o del Cabildo, se encuentra el Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica donde testó y murió.

Ya en la Plaza Mayor nos saluda el enorme escudo de la Casa de los Arcos

con una gran balconada donde los clérigos presenciaban en otros tiempos, los eventos y ferias que tuvieran lugar en la plaza.

Al lado la Casa Consistorial, construida en el siglo XVII en sillería de granito, con una fachada simétrica y lineal con grandes balcones rematando la parte mas alta con dos torreones laterales y el escudo de la villa en su parte central.

El edificio mas imponente es la Colegiata de San Antolín, de corte catedralicio del siglo XVI

con una hermosa fachada principal

y un alto campanario con el reloj de la villa.
En esta imagen y a la derecha del todo podemos observar el balcón llamado "el Pópulo" desde el que se oficiaba la misa en los días de mercado en la plaza.

La iglesia, la monarquía y el municipio están perfectamente representados en esta maravillosa Plaza Mayor de la Hispanidad

presididas por el Monumento a Isabel la Catolica

en esta típica plaza castellana, rodeada de edificios bajo los que se mueve la sociedad medinense,

con una gran amplitud y custodiada en todo momento por el bello perfil de su Colegiata.

A pocos pasos de la Plaza Mayor encontramos el Palacio del Almirante que solamente conserva su estructura exterior.

Sobre el seco cauce del río Zapardiel en las inmediaciones del Puente, navegan la Iglesia de San Miguel

y el edificio de las Reales Carnicerías con columnas que recuadran arcos con las armas de la villa y el escudo real en la parte superior.

Bernal Diaz del Castillo

nos muestra la amplia zona ajardinada

para cruzar el pavimentado curso del Zapardiel

que nos eleva hasta el Castillo de la Mota, el edificio mas emblemático de toda Medina.

El ladrillo de sus murallas se cuela en nuestras retinas con un hermoso colorido que eleva su Torre del Homenaje hasta los casi 40 metros de altura 

para divisar la totalidad de sus cuatro puntos cardinales en estas maravillosas tierras castellanas.