MONASTERIO DE LA RÁBIDA
El Monasterio Franciscano de la Rábida se encuentra situado en una pequeña loma sobre el estuario en que confluyen los ríos Tinto y Odiel, en el municipio de Palos de la Frontera, en la provincia de Huelva.
Un enorme obelisco se construyó en conmemoración del 4º Centenario del Nuevo Continente
rodeado de hermosos jardines.
En estos jardines que rodean el monasterio podemos ver también, el monumento dedicado al Almirante Cristobal Colón, inaugurado con motivo del 500 aniversario de su muerte.
Este pequeño convento franciscano es el máximo exponente de uno de los hechos mas determinantes de la Historia de la Humanidad.
Se erigió en el transcurso del siglo XV y se conserva fielmente, siendo un enclave para entender la historia, ya que Cristobal Colón subvencionó parte de su viaje a América con la ayuda de los monjes Franciscanos.
Fue declarado primer monumento histórico de los Pueblos Hispanos, Monumento Histórico Nacional y Patrimonio de la Humanidad en 1856.
En su interior disfrutamos de un primer claustro o patio,
muy sencillo y decorado por multitud de plantas.
Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen en el monasterio en 1993 cuando se celebró el V Centenario de la Evangelización del Continente Americano.
Hermosos tapices
y bellos murales, con representaciones de Cristobal Colón hablando con los Monjes Franciscanos
y la partida hacia tierras americanas.
Cruzamos este precioso arco para entrar
en la Iglesia-Santuario de una sola nave y de influencia mudéjar.
El altar lo preside un Cristo que sustituye al destruido en la Guerra Civil
debajo de un hermoso artesonado con pinturas del siglo XVIII, realizadas por Juan de Dios con temática de la vida de San Francisco.
El ábside con arcos apuntados,
coloridas vidrieras
y mas pinturas hacia la parte posterior de la iglesia
donde en uno de sus laterales descubrimos la hermosa capilla dedicada a Nuestra Señora de los Milagros, patrona de Palos de la Frontera.
El claustro del Monasterio de la Rábida es de estilo mudéjar, pequeño y vistoso, siguiendo modelo de otros monasterios como los de San Isidoro y Guadalupe.
La parte superior se incorporó en el siglo XVII y todo él,
esta decorado por multitud de geranios.
En sus pasillos interiores
podemos disfrutar de un enorme friso
que rodea todo el claustro, ornamentado con geométricas pinturas mudéjares.
Recorremos diferentes estancias, como el comedor de los monjes
muy bien ambientadas
con cuadros de gran belleza.
La Sala Capitular de aspecto recoleto y sencillo, con un potente artesonado
que se completa con varias obras de arte de los personajes históricos del descubrimiento. En 1992 fue utilizada como sede de un consejo de ministros presidido por el rey.
Desde una de sus ventanas
alcanzamos el Monumento a la Fe Descubridora en Huelva.
La parte superior del claustro encontramos una exposición de pinturas
muy bien decorada
y bien iluminada
con detalles en sus columnas.
También podremos ver una exposición permanente de maquetas a escala de las carabelas Pinta, Niña y Santa María
infinidad de pinturas
y un papiro donde podemos ver la firma de Colón.
Abandonamos este hermoso monasterio que ha mantenido siempre fuertes vínculos con los pueblos iberoamericanos.
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