NERJA

 Hoy paseamos por la bella localidad malagueña de Nerja, en plena Costa del Sol para desde la Calle Carabeo

 internarnos  en su precioso casco antigüo construido desde 1487 con espectaculares fachadas

 y viviendas que lucen una magnífica vegetación para su adorno

 y ventanas con bellas tonalidades.

 Esta Calle Carabeo nos conduce hasta 

 su afamado Balcón de Europa, antigüa fortaleza del siglo IX

 por donde pasea una cantidad infinita de transeúntes, 

 y actualmente mirador sobre el mar Mediterráneo con impresionantes panorámicas de la costa y por donde se extienden las Playas de Calahonda, Carabeo y Burriana.

 Nos sorprende esta pequeña casa-cueva en la Playa de Calahonda

 mientras los viejos cañones apuntan

 desde este precioso mirador

 hasta la Costa Tropical Granadina.

 El Rey Alfonso XII dió el nombre Balcón de Europa a este mirador, con ocasión de su visita a Nerja el 12 de enero de 1885.

 Disfrutamos de sus vistas

 mientras nos relajamos entre bellos deportes naúticos.

 Hacia el oeste podemos observar la pequeña Playa El Salón.

 Nos acercamos a la Iglesia de el Salvador con un encantador estilo barroco-mudéjar

 del siglo XVII, donde en su interior brilla un hermoso Cristo.

 Bella perspectiva desde los bajos

 de su Ayuntamiento

 que merodea entre la Calle Carmen,

 con una pequeña hornacina de la Virgen del Carmen,

 y su gran Plaza de España.

 Saltamos hasta la Plaza Cronista Pepe Pascual que se situa frente 

 al Barco de Chanquete, símbolo del pleno desarrollo turístico de Nerja

 y que fue protagonista de la famosa serie televisiva "Verano Azul" que el cineasta Antonio Mercero realizó en Nerja a comienzos de los ochenta.

 A su lado se despliega el Parque "Verano Azul"

 que recuerda a los protagonistas de la serie

 entre los suaves aromas de sus árboles y plantas.

 Entre monumentales rotondas

 alcanzamos la Ermita de las Angustias, de puro estilo granadino y del siglo XVII.

 Entre sus estrechas calles 

 y blancas fachadas

 llegamos a la iglesia moderna de San Miguel

 para terminar regresando a su Mediterráneo

 con un suave atardecer.